el lento reflujo del virus, como un exceso de energía en retirada, como una marea en baja. entre los dones que nos deja el pasaje de la espuma salada del virus por la suave piel-arena de los cuerpos argentinos, todos nos preocupamos cuando perdió a facu, pero finalmente la ebullición de la primavera nos devuelve a una (nuevamente)Maru-Botana-Embarazada. una mujer madre. enhorabuena, maru: conducirás un nuevo especial del día de la madre −o al menos serás su estrella invitada−. el día de la madre será otra vez igual a “día nacional de maru botana”. un "día de la maru". mujer que pare hijos múltiples. según el informe de chiche gelblung, no es que sea ultracatólica, se cuida, pero a veces se descuida y su hombre la fecunda. “algo tendrá” −sonríen los dientes súper-perfectos de maru botana.
ahora bien. mientras maru botana se efusiona en todas sus apariciones públicas como una virgen maru ante otra sagrada fecundación, un nuevo canto a the miracle of life, alguien la observa de abajo y gruñe entre tinieblas. resopla. un lamento bajo y resentido se cocina en la parte baja del aparato reproductor de maru, un órgano-matriz de seres humanos murmurando en lenguas: “you fucking catholic ultrapervert bitch”, una vagina-frankenstein que declama en inglés, con el resentimiento propio de la carne mal cicatrizada, una historia cruzada de múltiples costuras, estriada por haber dilatado al mundo inmensas cantidades de bebés; un abismo monstruoso dador de vida habita con conciencia y facultad lingüística la entrepierna de maru, y sabe que faltan pocos meses para (otro) nuevo alumbramiento.
las lenguas malas dicen o hicieron circular una versión alternativa de todo el affaire entre maru y play boy. un filoso trascendido afirma que maru, en plena época de gripe (post-decepción por facu) sí habría aceptado la propuesta de la célebre publicación soft-porn (no sólo había una interesante suma de dinero sino antes porque quería −por así decirlo− “ensuciar” un tantito su imagen, insuflarle algo de picante a la ecuación “maru = madre”: con esto fantaseaba frente al espejo una maru rubia con el pelo planchado, encendido, los ojos delineados salvajemente, como el androide de daryl hannah en blade runner, y un vestido de pantera camuflado para la guerra, mostraba los dientes y los labios como una felina ante las cámaras; no obstante, habrían sido los mismos fotógrafos y la producción de la nota los que se habrían abstenido de revelar las tomas en cuestión, alrededor de las cuales gira ahora mismo una guerra sucia legal que involucra a hugh heffner, los periodistas especializados de porno y una misteriosa división fringe del FBI interesada en fenómenos paranormales. al parecer, fue algo tremendo lo que oyeron. como un alien subliminal en el atardecer que caía sobre la castigada estepa genital de maru botana, en un momento, al parecer, desde atrás de una capita de tul, reverberaron como virus unas palabras unos “labios” en caliente contra la pacatería del mainstream mediático: “que la chupen”.
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