miércoles, 28 de diciembre de 2011

Léon Bloy contra los robots

2 de septiembre de 1894

San Lázaro (diócesis de París). "Jesus diligebat Martham, et sororem ejus Mariam, et Lazarum", es decir, la Fe, el Amor y la Esperanza. La Esperanza ha muerto, desde hace cuatro días, y Jesús llora, porque la Esperanza está en la tumba y ya apesta. Para que reviva debe removerse la Piedra.

"Lacrymare, o Jesu, et magna voce clama: Lazare, veni foras".

Se exhibe, según parece, en Nueva York, un "gentleman" mecánico, que pasea por las calles con todas las apariencias de un hombre verdadero. Saluda, sube a los ómnibus, paga su asiento, articula algunas palabras y funciona así, de manera irreprochable, cierto número de horas.

El periodista que me informa lo encuentra muy cómico y no puede comprender el horror con que me penetra su relato. ¡Me imagino una gran ciudad poblada de semejantes fantasmas!



[Fuente: El mendigo ingrato (diario del autor 1892-1895), Buenos Aires, Editorial Mundo Moderno, 1953]

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